“Extiende la mano quien lo necesite” es el tema de este año de Ministerios Femeniles y el tema de nuestro retiro, la Rev. Lucy Saavedra fue nuestra predicadora, nos dio una enseñanza muy motivadora, Dios se glorificó grandemente en nuestras vidas, tocando a cada una de las hermanas en forma muy especial. . Todos nosotros podemos ser el punto de inflexión en la vida de otra persona, en otras palabras, al “extender la mano a quien lo necesite” podemos ser el instrumento que Dios use para bendecir, ayudar o empujar a esa persona a hacer cambios o cubrir alguna necesidad que hay en su vida, como es el conocer el Plan de Salvación por medio de Jesucristo. Nos habló del caso de Rahab, la ramera; ella ayudó a los espías que envió Moisés a Jericó, los cuáles por temor a ser descubiertos, se refugiaron en la casa de Rahab, quien los escondió y los ayudó a escapar. Ella pidió por su vida y la de su familia, y ellos no los mataron, así su vida cambio, vivió entre los israelitas y acepto a Dios como su Dios. Ella fue el punto de inflexión en la vida de ellos (Josué 6:25). En algún lugar está tu punto de inflexión. ¿Cómo se llega al punto de inflexión? !Extendiendo la mano!. Si no extiendes la mano, te pierdes de bendiciones, la semilla que retienes se seca, la que siembras se multiplica cuando sirves a otro, Dios se compromete a enviar otro a que te ayude. En Éxodo Dios llamo a Moisés sobrenaturalmente en la zarza encendida, y le ordenó a Moisés se quitara los zapatos, nuestra forma de caminar depende de nosotras mismas, debemos aprender a creer en nosotras mismas, tenemos que levantar las expectativas que tenemos de nosotras mismas, si creo que todo lo puedo es cuando el Todopoderoso actúa en mí, pues Él vive en mí. Conocer nuestra identidad como Hija de Dios. Ana levantó las expectativas de si misma, pues su realidad era ser estéril, pero se negó a esta realidad y luchó orando por su hijo, y Dios le concedió tener a Samuel. (1 Samuel 2:21) Así nosotras parémonos sobre las circunstancias peleando por las bendiciones que queremos recibir, Dios tiene grandes cosas para nosotras y en algún lado está el punto de inflexión que nos va a ayudar a alcanzarlas. Y tú, de quien serás el punto de inflexión? ¿Quién estará esperando a que le extiendas la mano? Dios te bendice.
Testimonios
No hay comentarios.:
Publicar un comentario