« Empezaron a llevarle niños a Jesús para que los tocara, pero los discípulos reprendían a quienes los llevaban.14 Cuando Jesús se dio cuenta, se indignó y les dijo: «Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos.15 Les aseguro que el que no reciba el reino de Dios como un niño, de ninguna manera entrará en él.»
16 Y después de abrazarlos, los bendecía poniendo las manos sobre ellos.» Marcos 10:13-14 (NVI).
Queridos Hermanas, hoy quiero hacer un enfoque sobre la niñez. Nuestros niños, criaturas indefensas que no se pueden valer por sí mismo en primera etapa de su vida. Que necesitan del cuidado de sus padres cien por ciento.
A ti querida madrecita, que con anhelo esperaste la llegada de tu bebé, que sufriste el rigor del embarazo que sentiste sus primeros movimientos de vida en tu vientre, y con ternura pasabas tus manos como una caricia sobre tu vientre, diciéndole “aquí estoy, todo está bien”.
A ti querida madrecita, que con anhelo esperaste la llegada de tu bebé, que sufriste el rigor del embarazo que sentiste sus primeros movimientos de vida en tu vientre, y con ternura pasabas tus manos como una caricia sobre tu vientre, diciéndole “aquí estoy, todo está bien”.
El nacimiento de un niño trae cambios en el hogar, todo gira alrededor del nuevo miembro de la familia, y por supuesto, las visitas que quieren conocer al niño o niña, y buscan parecido con mami o con papi, y si hay hermanitos, lo mismo se hacen comparaciones. Es un cuadro familiar hermoso que no debe de alterarse por nada.
Los niños van creciendo y los padres siempre están atentos para que no les falte nada para el diario vivir. Debemos cuidar de nuestros hijos, e instruirlos en su camino, llevándolos a la iglesia, dándoles buen ejemplo en el hogar, y enseñándoles el respeto al prójimo.
Yo quiero recordarles lo importante que es tener un tiempo de oración y de la lectura de la Palabra de Dios. Los niños aprenden con esto que donde quiera que estén, Dios esta con ellos. Aprenden que cuando oran están hablando con el Señor, y que El los escucha. Sienten que el amor de Dios esta en sus corazones, aprenden que tienen un amigo que se llama Jesucristo y que siempre esta dispuesto a guiarlos por el buen camino.
Padres, si Uds. oyen noticias, se habrán dado cuenta de cómo la niñez está siendo objeto de maltratos y de maldad de delincuentes que raptan niños para venderlos para la pornografía infantil, hombres satánicos sin escrúpulos que lo que quieren es enriquecerse a costa de los inocentes, y cuantos horrores más a los que están expuestos los niños. Familias en conflictos en pleitos, que optan por quitarse la vida incluyendo a sus propios hijos.
Hermanas madres de familia es tiempo de levantar un clamor a Dios por la niños de todo el mundo. Los niños sufren y están indefensos. El día del Señor llegara y pedirá cuentas a todos los obradores de maldad. Hermana Querida: tú que estas llevando tu hogar criando a tus hijos sola, papá no está, dejó el hogar se olvidó de sus obligaciones de padre, y te dejó sola. Te aconsejo te refugies en el Señor, el cuida de las viudas, los huérfanos y de los desamparados.
“Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos»
Marcos 10:14b
Que Dios los bendiga. Hna. Zobeida B.
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